REFLEXIONES SOBRE UNA MINERIA POSIBLE

REFLEXIONES SOBRE UNA MINERIA POSIBLE
El tema de la extracción de metales es muy complejo y no puede explicarse en un par de frases o comentarios.
En primer lugar es correcto lo del uso desaprensivo de los elementos y bienes que se hace en los países del primer mundo, donde por una cuestión exclusivamente de maximizar ganancias se ha instalado la cultura del “tirar lo viejo y cambiarlo por nuevo” o sea del “consumismo por el consumo mismo”. Allí nada se repara, lo que se descompone o funciona mal se tira y se reemplaza por otro nuevo. Es mas, cosas que están funcionando perfectamente y podrían servir por mucho más tiempo, son reemplazadas por nuevos modelos solo para satisfacer la necesidad de vender de las empresas fabricantes de esos productos y se crea una demanda ficticia mediante la publicidad y las técnicas modernas del “marketing”.
En segundo lugar también es cierto que existe la ausencia de un reciclado inteligente de los elementos que pueden volver a usarse sin inconvenientes. Pero para que ello ocurra hace falta la confluencia de varias cosas a saber:
1. Un cambio de política global sobre la necesidad de reciclar todo lo que se pueda, pues la mayoría de los recursos son no renovables y la existencia de los mismos tiene un plazo fijo de agotamiento (que en muchos casos serán muy breves de aquí en mas).
2. Un cambio de cultura global, sobre el consumismo desmesurado y no necesario para el desarrollo armónico de la vida en el planeta, so pena de acelerar en una progresión geométrica una hecatombe mundial de proporciones imprevisibles (de lo que ya hay acabadas muestras en los últimos tiempos).
3. La aplicación de técnicas sofisticadas e innovadoras para la obtención de los recursos no renovables (especialmente los metales), sin la devastación, la contaminación y el deterioro del medio ambiente, privilegiando la vida por sobre la rentabilidad ambiciosa y feroz.
4. La obtención de los elementos más importantes e imprescindibles para el desarrollo de la humanidad, desechando aquellos que son exclusivamente especulativos y suntuarios.
5. Reducir la escala de la minería a niveles adecuados de control ambiental, evitando la utilización de procesos tóxicos y/o agresivos para la biodiversidad, preservando la vida de los seres humanos, flora y fauna del medio en el que se desarrollan las actividades extractivas y los procesos de tratamiento de los metales y sus residuos.
6. Tratamiento de las aguas que se usan en los procesos para su reutilización y reciclado, evitando el consumo desmedido de un bien escaso e imprescindible para la vida.
7. Utilización de excavado mecánico y no explosivo en las minas, para evitar la contaminación del aire, el agua y el suelo, aunque ello signifique reducir la rentabilidad de los procesos extractivos.
8. Absoluto control paso a paso de todos y cada unos de los procesos de obtención de los minerales y del tratamiento de los mismos, con normas estrictas de minimización del impacto ambiental a un límite tolerable.
9. Auditoria permanente de los organismos de control administrativo y fiscal, para evitar la sub-facturación y/u omisión de información a los organismos pertinentes (AFIP, Aduana, INDEC, Ministerio de Trabajo, opinión publica, etc.).
10. Sustitución de todas las leyes, decretos, resoluciones y acuerdos que rigen actualmente la actividad minera, por otros que contemplen la defensa de la soberanía, la salud y la vida de los habitantes, la biodiversidad y el medio ambiente, el uso racional del agua, la distribución equitativa de lo producido por dicha actividad, entre las empresas, el estado y las comunidades, un adecuado régimen de control y verificación del cumplimiento de las normas establecidas y la participación de la población en la decisiones que los afecten directa o indirectamente.
Por supuesto que es imposible en estos momentos pensar en la aplicación de estos postulados, sin una decisión política para cambiar las cosas. Es por ello que las comunidades se han rebelado contra las autoridades y empresas mineras, que se unen en contra la gente que viene sufriendo escarnio, persecución y contaminación.
Por todo lo expuesto justifico plenamente el accionar de las asambleas de autoconvocados de todo el país en su lucha en defensa de la vida y el medio ambiente.
José Jorge Aldecoa Davies
San Isidro, 24/03/2010